La nueva propuesta de Ubisoft consigue lo que muy pocos han logrado, un estilo de combate diferente a lo ya antes visto
For Honor es un juego de peleas disfrazado de Dinasty Warriors a lo RPG, eso si, es ante todo un juego magnifico, logra lo que ningún otro videojuego fue capaz, recrear combates de armas blancas bajo con una esencia espectacular, a un nivel que muy pocos, incluso en el cine, han podido conseguir.
Luchar contra un vikingo de 2 metros puede transformarse en una autentico calvario mientras este te aturde con constantes golpes en la cabeza, luchar contra una asesina puede ser frustrante por al velocidad a la que sus puñaladas son asestadas para que lentamente te desangres, mientras que la batalla contra un ágil samurái, que puede lanzar golpes contundentes a la velocidad del rayo, también fácilmente puede ser una derrota rápida y humillante.
Es importante resaltar que For Honor es un juego ideado bajo la mirada de un titulo de peleas, no solo por los guiños a Mortal Kombat e incluso las infaltables Fatalities, estamos ante un juego que tiene el núcleo de su jugabilidad en el 1 vs 1, donde lo que la comunidad de Dark Souls apodo cariñosamente como «honor» es vital para tener un combate que haga lucir las mecánicas del videojuego, los 2 vs 1 pierden total gracia y se vuelve una paliza irremediable que solo deja como una opción la huida de quien se encuentre en inferioridad numérica.

El modo duelo es el verdadero espectáculo de la nueva propuesta de Ubisoft, en él los 12 personajes brillan con esplendor bajo sus propios estándares, la brutalidad de los personajes pesados, más sencillos de usar, contrasta con la delicada danza y gracia de los guerreros más ágiles, que comprenden una dificultad mayor en su uso. El juego en su modo 4 vs 4 emplea el uso de mejoras que flotan, cual moneda de Mario, alrededor del escenario y quita toda la seriedad de las carnicerías, tal vez esto en un contexto de realidad virtual como en Assassin’s Creed seria aceptable pero en esté juego tan visceral desentona muchísimo.

El modo conquista por su parte sufre de la misma manera antes mencionada, además por el caos que se presenta en pantalla, es delicioso aplastar minions con las brutales animaciones que nos hacen parecer Sauron en aquel primer vistazo a las películas del Señor de los Anillos, sin embargo, irremediablemente llegan los 2 vs 1 y todos esos problemas ya antes mencionados.
Por lo demás el modo sufre de repetitivo entre repetir el objetivo de captura ciertas zonas en mapas demasiado pequeños, son poco grandes como para realmente dar un componente estratégico a las áreas por capturar, hay un solo mapa, de los probados en la Beta abierta, que tiene el detalle de ser la entrada a una fortaleza y que transmite una sensación de claustrofobia ideal para el gameplay pero que aun así se queda corto.
