Delegaciones de Afganistán y Pakistán llegaron a Doha, Qatar, el sábado para mantener conversaciones de alto nivel destinadas a poner fin a los intensos combates transfronterizos que han dejado decenas de muertos en ambos lados y han tensado gravemente las ya frágiles relaciones bilaterales.Ambos países enviaron a sus ministros de defensa para liderar las conversaciones. Según Pakistán, las conversaciones se centrarán en “medidas inmediatas para poner fin al terrorismo transfronterizo que emana de Afganistán y restaurar la paz y la estabilidad a lo largo de la frontera”.El conflicto se intensificó después de que finalizara un alto el fuego de 48 horas el viernes por la noche, y Pakistán lanzó ataques a través de la frontera poco después. Ambos países se acusan mutuamente de agresión y Afganistán niega albergar a militantes que llevan a cabo ataques en la región fronteriza.Zabihullah Mujahid, portavoz del gobierno talibán, condenó los “crímenes repetidos de las fuerzas paquistaníes y las violaciones de la soberanía de Afganistán”, y describió las acciones como intentos provocadores y deliberados de continuar las hostilidades.Los dos países están divididos por la Línea Durand de 2.611 kilómetros (1.622 millas), una frontera que Afganistán nunca ha reconocido oficialmente. Pakistán está lidiando con el aumento de la militancia en las zonas fronterizas y también ha alegado que India apoya a grupos armados, aunque no se han aportado pruebas.El jefe del ejército de Pakistán, Asim Munir, instó a las autoridades afganas a priorizar la seguridad y la estabilidad sobre la violencia continua. Hablando en la Academia Militar de Pakistán en Kakula, Khyber Pakhtunkhwa, dijo: “Los talibanes deben frenar a los intermediarios que tienen santuarios en Afganistán” y pidió “seguridad mutua contra la violencia persistente y progreso contra el oscurantismo de línea dura”, según cita la AP.Las potencias regionales, incluidas Arabia Saudita y Qatar, han pedido calma y han advertido que los enfrentamientos podrían desestabilizar una región ya amenazada por el resurgimiento de grupos extremistas como Estado Islámico y Al Qaeda.



