Haven es un proyecto interesante que mezcla exploración, un poco de combate, mucho coleccionismo y mucha charla sobre el amor, la libertad y el escape de lo que tenemos que hacer. Dos amantes huyen en su nave a un planeta que suponen deshabitado y allí deben buscar la vida. Durante unas diez horas, recorreremos su hábitat con ellos, dormiremos y comeremos. Pero sí, es tan fácil que les gusten y disfrutar de la historia como detesta los sistemas de juego superficiales e inspirados.
Haven es un videojuego que funciona bien en las conversaciones, en la forma en que la pareja escribe y en el acercamiento a su universo. Las razones por las que tuvieron que huir y quieren vivir apartados del mundo son atractivas, también la forma en que sobreviven. Hay un telón de fondo bien elaborado que, aunque no es particularmente original, funciona bien. Es fácil conectarse con lo que tienes
De hecho, lo que más me gustó de Haven es lo social: cocinar, dormir, comer, amarse, hablar, acampar o tomarse de la mano te lleva a momentos sensacionales. Al principio cuesta un poco unirse a la pareja porque son malditos quesos, pero gradualmente comes el azúcar y lo digieres bien. Cuando los dos hablan, se enfrentan o protestan porque lo que el otro preparó tiene buen sabor, Haven funciona. Sin embargo, no cuando necesita realizar mecánicas de acción.
Me hubiera gustado Haven más como una novela visual o algo así como 13 Sentinels Aegis Rim. Nos movemos por el mundo del juego moviéndonos con propulsores adheridos a las piernas. Quiero decir, somos como una mezcla entre Campana y coche Wipeout. Salimos a flote y recolectamos rayos de luz y otros objetos que necesitamos para sobrevivir. La idea es interesante porque funciona para explicar el trasfondo tecnológico del juego, pero el título no ofrece carreras divertidas o profundas. También hay combate. Se turna y busca entender que la pareja hace más daño si atacan al mismo tiempo. Una vez más, el concepto es interesante, pero no ofrece nada más que esa idea inicial.
Y ese es el gran problema de Haven, su irregularidad. Me gusta su mundo, me gusta su pareja, me gusta el tema del que habla y sus conversaciones; Además, el título ha sido traducido al español. Su estilo artístico también es más que bueno … Pero cada vez que salimos de la casa de la pareja y tenemos que hacer cosas, el juego se desmorona. Además, jugado en la PS5, hay tiempos de carga y una caída en la velocidad de fotogramas; lo que no debería pasar, porque No es un juego que requiera mucho músculo de consola.
En definitiva, Haven es un juego que te gustará o no, dependiendo de cuánto te conectes con el amor de la pareja. En mi opinión, será genial si te gusta el shojo, porque tiene mucho manga romántico con los tropos de ese género, pero depende mucho de su historia; no de su narrativa, sino de su historia, y no siempre puede evitar que toda la construcción jugable pierda interés.
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