Mundial

El último ataque de Estados Unidos a un presunto barco narcotraficante en el Caribe mató a tres personas

Publicado en

El jueves se anunció otro ataque mortal de Estados Unidos contra un presunto barco de narcotráfico en el Caribe, lo que eleva el número de muertos por la campaña de la administración Trump en aguas de América del Sur a al menos 69 en unos 17 ataques.

El ataque mató a tres personas a bordo del barco, dijo el secretario de Defensa, Pete Hegseth, al publicar un vídeo de 20 segundos del ataque en las redes sociales.

“Como hemos dicho antes, los ataques navales contra los narcoterroristas continuarán hasta que dejen de envenenar al pueblo estadounidense”, afirmó.

Hegseth afirmó que el buque era “operado por una organización terrorista reconocida”. “Si sigues traficando con drogas, te mataremos”, concluyó Hegseth.

El presidente estadounidense, Donald Trump, justificó los ataques diciendo que Washington estaba en un “conflicto armado” con los cárteles de la droga y afirmando que los barcos estaban siendo operados por organizaciones terroristas extranjeras. La administración no proporcionó pruebas ni detalles adicionales.

Hegseth y el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, informaron el miércoles a un pequeño grupo de líderes del Congreso sobre el despliegue de la campaña militar, brindando uno de los primeros vislumbres de alto nivel sobre la lógica jurídica y la estrategia de los ataques.

Los republicanos guardaron silencio o expresaron confianza en la campaña. Los demócratas dijeron que el Congreso quería más información sobre los procedimientos del ataque y la justificación legal de la acción, que según los críticos viola el derecho internacional y el derecho estadounidense al matar a presuntos traficantes de drogas en alta mar.

Venezuela y Colombia condenaron los ataques como ejecuciones extrajudiciales. La administración Trump ha negado las acusaciones.

Washington ha intensificado recientemente su retórica contra el régimen del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, generando temores de una posible intervención militar estadounidense en su territorio, algo que Trump niega.

Enlace de origen