Según Sertac Aktan pAP
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Antes de las elecciones parlamentarias iraquíes de esta semana, miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y personas desplazadas que viven en campamentos emitieron sus votos en la votación anticipada del domingo.
Se estima que alrededor de 1,3 millones de militares y personal de seguridad, así como unas 26.000 personas desplazadas, tienen derecho a votar.
Hay 7.744 candidatos compitiendo en las elecciones, la mayoría de ellos de partidos que profesan mayoritariamente intereses religiosos. La jornada electoral está prevista para el martes.
La elección, que ayudará a determinar si el primer ministro iraquí, Muhammad Shia al-Sudani, obtendrá un segundo mandato, se produce en medio de temores de un nuevo conflicto entre Israel e Irán, así como del acto de equilibrio de Irak con Teherán y Washington.
La minoría desplazada yazidí vota
Los yazidis, muchos de los cuales huyeron de sus hogares hace más de una década después de los ataques del grupo Estado Islámico, votaron en un campamento cerca de Dahuk, en la región semiautónoma kurda del norte de Irak. Muchos todavía no han podido regresar a sus hogares debido a disputas políticas y falta de infraestructura.
Durante su campaña terrorista, los militantes del EI arrasaron el distrito iraquí de Sinjar, en la provincia de Nínive, matando y esclavizando a miles de yazidíes que el grupo extremista consideraba herejes.
Tras la derrota del EI en Irak y Siria, los miembros de la comunidad yazidí están regresando a sus hogares en Sinjar, pero muchos no ven un futuro allí. No hay dinero para restaurar los edificios destruidos. La infraestructura todavía está destruida. Varios grupos armados dividieron el territorio.
Edris Zozani, un yazidí desplazado que votó en el campo, dijo que votó por el Partido Democrático Kurdo, o KDP, uno de los dos principales partidos kurdos del país, que domina Dahuk.
“Si tenemos candidatos yazidíes independientes, no podrán representarnos eficazmente”, afirma. “Pero si van al parlamento como parte de listas fuertes como la del PDK, estarán en mejor posición para apoyar a la comunidad yazidí”.
Uniformes en los colegios electorales de Bagdad
En la capital iraquí, votaron soldados y policías iraquíes, así como miembros de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de milicias en su mayoría chiítas, respaldadas por Irán, unidas para luchar contra el EI. La coalición quedó formalmente bajo el control del ejército iraquí en 2016, pero en la práctica todavía opera con considerable autonomía.
El destino del PMF será un tema difícil ante el próximo parlamento en medio de tensiones entre Bagdad y Washington por la presencia de milicias respaldadas por Irán en Irak.
El Parlamento está considerando una legislación que fortalecería las relaciones entre los militares y las PMF, lo que generó objeciones de Washington.
“Voté por la lista que defiende el PMF”, dijo un policía después de la votación en Bagdad, hablando bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los periodistas. No especificó a qué lista se refería.
Varios grupos armados dentro del PMF tienen partidos políticos asociados que participan en las elecciones.



