Esta semana se celebra en Doha la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Esta es la primera reunión a gran escala de la ONU fuera de Nueva York o Ginebra.
La cumbre se llevará a cabo del 4 al 6 de noviembre y reunirá a más de 8.000 participantes, desde jefes de Estado y de gobierno hasta altos funcionarios de la ONU, redes de la sociedad civil, grupos de jóvenes, el mundo académico y el sector privado.
El objetivo es crear una nueva hoja de ruta creíble para reducir la pobreza, fortalecer la protección social, garantizar un crecimiento inclusivo y responder a las rápidas perturbaciones tecnológicas y ambientales.
La reunión también marca el 30º aniversario de la primera Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995.
mujeres y trabajo
Para la Comisión Europea, una de las palancas más poderosas para el progreso es simple: aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas por la igualdad salarial.
Roxana Minzatu, vicepresidenta de la Comisión Europea, dijo a Euronews que Europa ahora está tratando de abordar estructuralmente la desigualdad salarial a través de medidas obligatorias de transparencia.
“Estamos buscando formas de estimular la presencia de las mujeres en el mercado laboral”, afirmó.
“Propusimos la Directiva de Transparencia Salarial de la UE, que crea un marco transparente que muestra si hombres y mujeres reciben el mismo salario por el mismo trabajo”.
Dijo que no se trataba sólo de un argumento basado en los derechos, sino también macroeconómico.
“La igualdad de género es parte de nuestro modelo social, pero creo que también debería ser parte de nuestro modelo económico”, afirmó.
Las políticas, añadió, no sólo deberían garantizar el bienestar sino también apoyar los ingresos vitalicios, las pensiones y la autonomía económica.
El papel de Qatar
La celebración de esta cumbre subraya el creciente papel de Qatar como facilitador del debate global sobre política social.
El Emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani de Qatar inauguró la cumbre en el Centro Nacional de Convenciones de Qatar diciendo a los delegados que el desarrollo social no puede verse “como una opción” sino que debe verse como un requisito vital.
Los funcionarios en Doha dicen que la cumbre se alinea con la nueva estrategia de desarrollo social del país, De la atención al empoderamiento (2025-2030), y ayudará a acelerar el trabajo nacional e internacional sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El mensaje de Doha esta semana es que el desarrollo social no puede venir de un solo lado del mundo y que el liderazgo del Sur Global es ahora esencial.
En vísperas de la inauguración, se suponía que el izamiento de las banderas de Qatar y de la ONU en el lugar simbolizaría que la protección social y la justicia social no son pilares periféricos de la ONU, sino las principales prioridades de la gobernanza global.
Avances y desafíos
Francesco D’Ovidio, director de la oficina de Doha de la Organización Internacional del Trabajo, dijo que la trayectoria del desarrollo social en las últimas tres décadas muestra que es posible lograr avances significativos cuando los gobiernos, las empresas y la sociedad civil avanzan en la misma dirección.
Señaló una serie de mejoras globales desde 1995: una reducción del trabajo infantil, un aumento de la matrícula en la escuela primaria, un aumento de la productividad y una reducción general a la mitad de la pobreza extrema.
“Hay buenas noticias en el frente laboral”, afirmó. “Sin embargo, todavía quedan desafíos muy, muy importantes”.
También enfatizó que la falta de cobertura universal de la protección social sigue siendo una de las mayores debilidades estructurales de la economía mundial y uno de los mayores riesgos para la estabilidad social.
Las organizaciones internacionales estiman que más de 800 millones de personas todavía viven en la pobreza extrema, y que las brechas en los sistemas de protección social ponen a cientos de millones más en riesgo de quedarse atrás debido a shocks que van desde desastres climáticos hasta conflictos, volatilidad de los productos básicos y desplazamiento de empleos relacionados con la tecnología.
Agenda de la cumbre
La agenda de la cumbre es amplia, pero los temas principales son claros: reducción de la pobreza, trabajo decente, empleo de jóvenes y mujeres, resiliencia climática, transformación digital y construcción de sistemas de protección social justos y bien financiados que puedan resistir crisis futuras.
Además de las salas plenarias, esta semana se celebrarán en Doha numerosos foros, entre ellos la reunión fundacional de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, el Foro de Doha sobre Soluciones para el Desarrollo Social, el Foro del Sector Privado, el Foro de la Sociedad Civil, la Sesión Parlamentaria titulada “Construyendo Puentes para un Desarrollo Inclusivo” y espacios juveniles con redes de Medio Oriente, África, Asia y América Latina.
Todo esto tiene como objetivo evitar la crítica común que se hace en las cumbres multilaterales: que se asumen compromisos elevados, pero nunca van más allá de documentos y declaraciones.
Los organizadores dicen que uno de los principales objetivos de la semana es crear mecanismos de seguimiento estructurados para que los resultados de Doha se traduzcan en cambios de políticas y decisiones de financiación a nivel nacional.
Transformar los compromisos en acción
Mientras el mundo se reúne en Doha, hay grandes esperanzas de resultados tangibles. Las redes de jóvenes, las ONG y los movimientos por la justicia social están pidiendo a los gobiernos que vayan más allá de la retórica y adopten medidas reales para abordar la pobreza y la desigualdad.
La cumbre concluirá con la Declaración Política de Doha, que según los delegados esbozará un compromiso renovado con el desarrollo social. Lo que importa ahora es si los estados miembros llevan el idioma a los ministerios de finanzas, trabajo, desarrollo social, educación, política digital y derecho, dijeron muchos funcionarios.
Que la Declaración de Doha se convierta en un catalizador de resultados o simplemente en un comunicado más determinará en última instancia si la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social será recordada como un punto de inflexión o una oportunidad perdida.



