CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los analistas dicen que los manoseos de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en una calle del centro han arrojado luz sobre la violencia de género que enfrentan las mujeres todos los días, pero la polarización política del país ha eclipsado lo que de otra manera habría parecido un momento natural para la solidaridad nacional.
El presidente intentó utilizar el ataque para dejar claro que tal comportamiento era inaceptable. Explicó por qué decidió presentar cargos contra el borracho; usó su púlpito para presionar a otros estados para que despenalizaran el acoso sexual; y habló de la necesidad de facilitar que las mujeres denuncien este tipo de delitos.
Pero casi de inmediato, sus opositores políticos la acusaron de utilizar el incidente para desviar la atención de otro problema apremiante en México: la violencia política. El fin de semana pasado, el popular alcalde del occidental estado de Michoacán fue baleado en público durante las celebraciones del Día de Muertos. Se han llevado a cabo protestas contra la violencia en varias ciudades del estado y Sheinbaum ha estado bajo presión para ofrecer nuevas soluciones a la violencia actual en el estado.
Los políticos de la oposición llegaron incluso a sugerir que su ataque fue “montado” para cambiar la narrativa.
Ceci Flores, líder de un grupo de familiares que buscan a sus seres queridos desaparecidos y que anteriormente se había enfrentado con la administración, escribió amargamente en X que “sólo le tomó a nuestro presidente estar a unos metros de palacio para convertirse en víctima. Este es el México por el que todos caminamos todos los días: si tenemos suerte, es un ataque, si no, nos matan o desaparecen”.
“Distracción política”
El senador Alejandro Moreno, líder del opositor Partido Revolucionario Institucional, condenó la violencia contra las mujeres, pero al mismo tiempo acusó al partido de Moren Scheinbaum de utilizar el incidente como una “distracción política” del asesinato del alcalde.
El alcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manso Rodríguez, fue asesinado el pasado sábado, baleado por un joven de 17 años que falleció en el lugar. Las autoridades dijeron que se trataba de una conspiración del crimen organizado. Su viuda se reunió con Scheinbaum en el Palacio Nacional el miércoles y luego prestó juramento para completar su mandato.
Scheinbaum caminaba el martes desde Palacio Nacional hacia el Ministerio de Educación para una reunión cuando se detuvo para hablar con algunos ciudadanos. En el video se muestra cómo ella le dio la espalda a la niña, el hombre claramente borracho la abrazó, luego tocó su cuerpo con sus manos y se inclinó para darle un beso.
La mañana antes de su ataque, Scheinbaum anunció un nuevo plan de seguridad para Michoacán, que pedía más tropas y un esfuerzo redoblado para abordar las causas profundas de la violencia.
Moreno se mostró receloso y pidió un análisis “profundo” de Sheinbaum y dijo que “esto podría ser una gran farsa para distraer la atención, para que el público no siga hablando de lo que ella habla, de los asesinatos, de la política de drogas de la administración, del trato con el crimen organizado”.
El ex candidato presidencial del opositor Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya, expresó solidaridad con Sheinbaum, pero pidió al gobierno que examine los protocolos que protegen al presidente. “Si no pueden asumir la responsabilidad de la seguridad del presidente, ¿cómo van a proteger al país?” preguntó.
Javier Rosiles Salas, consultor político, dijo que la oposición está tratando de “luchar contra esta narrativa tan fuerte que tiene la administración” que está ayudando a un presidente que ya es muy popular. “La oposición en este país es débil”.
Otro caso de revictimización
María de la Luz Estrada, directora del Observatorio Público Nacional sobre Feminicidio, una ONG que lucha contra la violencia de género, vio la sugerencia de que Sheinbaum utilizó el ataque con fines políticos como un ejemplo de alto perfil de cómo las mujeres que han sufrido este tipo de ataques son reexpuestas por las autoridades. Los delitos a menudo no se denuncian porque la policía y los fiscales rechazan los informes o interrogan a las víctimas.
“Siempre se trata de desprecio y de no tratar de entender lo que pasó”, dijo Estrada.
Con eso en mente, Sheinbaum dio a conocer el jueves un plan para hacer que el gobierno sea más receptivo a las agresiones sexuales, tratando de lograr que los estados alineen sus leyes y sanciones por los delitos y lancen una campaña para alentar a las mujeres a denunciar tales agresiones.
Scheinbaum dijo que quiere que las mujeres mexicanas “tengan una forma de denunciar que sea ágil, rápida y que permita (a las autoridades) hacer realmente una investigación que conduzca a arrestos”.



