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La autopista que conecta los tres países bálticos con Polonia se inauguró el lunes en medio de crecientes tensiones entre Europa y Rusia.
La carretera, conocida como Vía Báltica, pasaría por una estrecha franja de tierra entre Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado llamada Suvalk Gap, a menudo descrita como un objetivo potencial si Rusia atacara a la OTAN.
En una ceremonia de apertura en la frontera entre sus países el lunes, el presidente polaco Karol Nawrocki y el presidente lituano Gitanas Nauseda dijeron que la carretera es el corredor más importante de la región y enfatizaron su papel en la defensa de la región.
Las tropas de la OTAN podrían potencialmente moverse más rápido para ayudar a los estados bálticos que utilizan la Vía Báltica.
“Esta carretera tiene un doble propósito: ayudará a nuestra economía y fortalecerá la capacidad de defensa de nuestra región”, dijo Navrotskyi.
Polonia y sus vecinos bálticos están en alerta máxima después de que numerosos drones, que se cree que son de Rusia, volaron a territorio polaco en septiembre y aviones de combate rusos cruzaron el espacio aéreo de Estonia.
La ruta Vía Báltica, de 970 kilómetros, comienza en la capital polaca, Varsovia, pasa por Lituania, Letonia y Estonia y termina en Tallin.
La construcción del tramo polaco de la Vía Báltica duró más de 10 años y costó más de 11.000 millones de zlotys (2.600 millones de euros), de los cuales casi 1.000 millones de euros provinieron de fondos de la Unión Europea.
Forma parte de la ruta europea E67, que conecta Finlandia con la República Checa.
La autopista A5 de cuatro carriles que conecta Kaunas, la segunda ciudad más grande de Lituania, con Suwalki en Polonia también forma parte de la Via Báltica.
Varios tramos de la Vía Báltica en dirección norte todavía tienen sólo dos carriles y se ampliarán más adelante, dijo el Ministerio de Transporte de Lituania en un comunicado.
Nauseda dijo que la carretera simboliza “libertad, prosperidad y seguridad” y que “desempeña un papel económico, comercial y logístico extremadamente importante en Lituania, conectándonos con el resto del mercado europeo”.
También se está construyendo un proyecto ferroviario complementario conocido como Rail Baltica, cuyas primeras secciones deberían estar operativas en 2030.
La construcción de una nueva línea ferroviaria de 870 kilómetros que se extiende desde Tallin hasta la frontera con Polonia comenzó en 2019, pero ha estado plagada de retrasos y disputas entre los gobiernos bálticos sobre la ruta de la línea.
También ha habido desafíos por parte de la Comisión Europea, que considera demasiado alto el precio, cuyos costos se han cuadriplicado de 6 mil millones de euros iniciales a 24 mil millones de euros.
Fuentes adicionales • AP



