En mayo, mientras excavaba el jardín de su piscina, un residente francés descubrió un valioso tesoro que finalmente tuvo que conservar. Según funcionarios locales, el hombre encontró un tesoro de oro por valor de 800.000 dólares.Aunque el hallazgo se produjo en mayo, fue inmediatamente informado a las autoridades, que posteriormente le permitieron conservar el valioso hallazgo porque no provenía de una excavación arqueológica, confirmó el miércoles el ayuntamiento de Neville-sur-Saône.“Cinco lingotes de oro y muchas monedas” fueron encontrados en bolsas de plástico bajo tierra, según informa el periódico local Le Progres citando a la AFP.Las investigaciones policiales revelaron que el oro fue obtenido legalmente y procesado en una refinería local “hace 15 o 20 años”.El anterior propietario del jardín falleció desde entonces, dijo el ayuntamiento, dejando el origen del tesoro escondido como un misterio sin resolver.No son infrecuentes los informes de ciudadanos normales que encuentran oro en sus tierras. A principios de este año, Michel Dupont, un agricultor de 52 años de la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes, se topó con una mina de oro que se estima contiene 150 toneladas de oro puro por un valor de unos 4.000 millones de euros, informó Fox 59 en abril. El descubrimiento, uno de los más notables de las últimas décadas, comenzó cuando DuPont notó un extraño brillo en el limo de sus campos y desenterró pepitas de oro del tamaño de una nuez. El descubrimiento provocó una tormenta en los medios y una compleja batalla legal. Según la ley francesa, el Estado posee todos los recursos minerales en tierras privadas, lo que significa que Dupont sólo tiene derecho a una pequeña parte de alrededor del 0,5 por ciento del valor total. Las cuestiones ambientales están alimentando aún más el debate, y los expertos advierten que la minería podría causar contaminación, deforestación y dañar a las comunidades locales, a pesar de las promesas de creación de empleo y crecimiento económico. Para Dupont, este descubrimiento puso patas arriba su vida, antes pacífica. Ahora su granja está repleta de periodistas, abogados y curiosos.



