Un EX soldado británico acusado de asesinar a una madre keniana supuestamente le dijo a un colega que el asesinato fue “un acto sexual que salió mal”.
Robert James Purkis, de 38 años, compareció ante un tribunal de Londres tras ser arrestado en relación con el presunto asesinato de Agnes Wanjiru.
Wanjira fue encontrada en el tanque séptico del hotel Lion’s Court en la ciudad keniana de Nanyuki en 2012, y fue vista por última vez en el hotel con un grupo de soldados británicos.
El hotel era popular entre los soldados británicos que se encontraban en un campo de entrenamiento del ejército en Nanyuki, 200 kilómetros al norte de la capital, Nairobi.
La madre soltera de un bebé de cuatro meses fue golpeada y herida y probablemente todavía estaba viva cuando la arrojaron al tanque séptico, dijo un juez en un informe de investigación de 2019.
En septiembre, Kenia presentó una solicitud formal de extradición del sospechoso.
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La Agencia Nacional contra el Crimen de Gran Bretaña (NCA) dijo que el sospechoso era Purkiss, quien fue arrestado por agentes especializados el jueves después de que se emitiera una orden judicial.
Purkis, de 38 años, dijo al tribunal que tenía la intención de apelar la extradición y fue puesto en prisión preventiva antes de su próxima comparecencia ante el mismo tribunal el 14 de noviembre.
Sus abogados dijeron al tribunal que él “niega categóricamente” el asesinato.
El fiscal Joel Smith dijo que los soldados británicos de permiso estaban bebiendo mucho el 31 de marzo de 2012 en un hotel donde se sabía que pagaban a mujeres locales a cambio de sexo.
Le dijo al tribunal que Wanjira fue vista con vida por última vez la noche del 31 de marzo de 2012, cuando salió de un hotel en Nanyuki con un soldado.
Fue denunciada como desaparecida el 2 de abril y su cuerpo fue encontrado en estado de “descomposición significativa” el 5 de junio.
Smith dijo que una autopsia reveló una puñalada en la parte inferior del abdomen y un pulmón colapsado.
Le dijo al tribunal que colegas del acusado dijeron a la policía militar en Kenia que Purkiss había confesado haber matado a Wanjiru e incluso había bromeado sobre su muerte en publicaciones de Facebook.
Un soldado que había estado bebiendo esa noche dijo que vio a Purkis llorando, dijo el fiscal al tribunal.
Cuando se le preguntó por qué, el acusado dijo: “Yo la maté”, dijo Smith.
Smith dijo que Purkiss le dijo a otro colega que era sexo y llevó al policía al tanque séptico para mirar el cuerpo.
El abogado defensor David Josse dijo que Purkis, que trabaja por cuenta propia y trabaja desde su casa donde vive con su esposa y sus dos hijos, niega rotundamente el asesinato.
Purkis no habló, pero sacudió la cabeza mientras el fiscal describía las pruebas en su contra.
Fue puesto en prisión preventiva y la próxima vez comparecerá ante el mismo tribunal a través de un enlace de vídeo el 14 de noviembre para una nueva audiencia de fianza.
Si el caso sigue adelante, se convertirá en el primer militar británico en ser extraditado a un país extranjero por matar a un civil.
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Esther Njoki, representante de la familia de Agnes Wanjiru, dijo: “Estamos felices de que finalmente, después de una larga espera y frustración, el gobierno haya tomado medidas, aunque haya tardado mucho tiempo.
“Tenemos un rayo de esperanza de que ahora la familia recibirá justicia”.
